Al caer en tu mirada
me deslizo por tu abismo
en la negrura, tu universo
donde reflejas mis ojos.
Estoy dentro de ti, te conozco.
Estoy dentro de ti, te conozco.
Me aterro, estás dentro de mi.
Me conoces.
¡Qué vergüenza! ¡Qué alegría!
Mi alma te abraza al sentir el porvenir.
Vivir y luego morir,
el ocaso mi agonía.
Tú, epitafio a la hora de mi muerte.
Amar hasta que muera,
en la muerte lo inmortal,
hasta exhalar, pensar en ti.
Pasión de amor. Amargura enmielada,
inmensidad agonizante, infinito.
Dolor y muerte son amor creciente.
Conocerte hasta sufrite.
Acompañarte hasta mi muerte.
7 comentarios:
¿Quién es el autor? (si me dices que tú, no lo creeré)
Es una buena descripción de lo que nos ocurre al involucrarnos con la intimidad del otro, del amado: ¡Qué vergüenza! ¡Qué alegría!
True...
Cuídate de subir poemas así: no sea que Luzmi se escandalice: "¿Pero, están casados?"
La entrega plena y recíproca, transforma la vergüenza en alegría. ¿Una economista poeta? pensé que eso era imposible. ¡Bravo!
Yo sabía que sí era posible. ¡Enhorabuena!
Juan! Mi comentario de His Dark Materials fue totalmente en otro sentido. Yo decía que que me parece perverso hacer un libro y decir que al final está muy bien que unos niños tengan relaciones sexuales. Perdóname por ser taaaan mocha, que eso me escandalice...
MaJo, si, este poema me encanta... Ya vez niña? si tienes talento... :D
Hace mucho que no escribes algo más y está muy bueno... aunque me cueste reconocerlo jaja
Publicar un comentario